Historia de cómo Marco no me ayudó con mi perro….
…por que no tengo.
¿Pero que tal cada perro que se me atraviesa desde entonces? (Y caballo también)
…por que no tengo.
¿Pero que tal cada perro que se me atraviesa desde entonces? (Y caballo también)
Lo confieso, soy persona-gato, pero desde la primera vez que tuve la oportunidad de estar presente en un super curso para escuchar las teorías de Marco, mi vida cambió.Ya a ningún perro lo veo igual, ahora son un reto simpático para mi. También salí con una buena dosis de teorías aplicables a la convivencia entre todos los seres vivos.
Casa con perro que visito, que por lo general son hogares donde el perro no recibe mucha atención, perro que pasa por mis “manos” aprendices para enseñarles algo.. y la que aprendo soy yo. ¡Que maravilloso mundo aquel tras los bigotes chokilosos y las lenguas húmedas!
Tyson es un perro de rancho, criollo y super alegre. Su mejor premio es recibir amor y atención. Con eso logras premiar sus conductas y con un rato, en una tarde, pude aprender a pedirle que se sentara y que diera la mano. Dije, este es muy abusado así es que probé “mano derecha” y “mano izquierda”, ¡ y si se pudo! Ese fue mi experimento máximo.
Ahora a cualquier casa con perro a la que llego, pruebo un rato a ver si nos entendemos.
También lo admito, a veces soy la antisocial que en lugar de estar en la chorcha echándome unas chelas, me aparto para pedirle a la perrita de la casa que se siente conmigo. Es un mundo taaan interesante. Unas que otras pláticas con Marco y ver sus videos me ha hecho una fan de la experimentación-canina-momentánea.. Lástima que no aplica para mis amigos felinos, aunque Grillo, mi gato, ya se sienta y se para en 2 patas a mi orden… casi siempre.
Sigo siendo persona-gato, pero ahora los perros me son mucho más agradables.
Gracias Marco.
Gracias Marco.